lunes, 30 de junio de 2008

Jigga, Bigga, Nigga

Son pocas, pero hay cosillas que me gustan del hecho de que el hip-hop se haya convertido, como decía Jazzy Jeff allá por los primeros noventa, en la base para la música pop del momento actual. El rap como fenómeno de masas lleva mucho tiempo existiendo -para muestra, véase el dvd del "Up in Smoke Tour"-, pero nunca antes había dado un star system con tantas posibilidades: desde Method Man y Redman convertidos en ídolos de los fumetas de medio mundo, a un Snoop Dogg con reality show propio en la MTV, pasando por cualquiera de los emcees reciclados como actores, el rap ha pasado de ser una opción dentro del abanico de músicas populares, a monopolizar una grandísima parte del pastel audiovisual de este inicio de siglo. Para bien o para mal, aquí estamos.

Y es precisamente ahora que medio mundo ha sucumbido a los encantos del boom bap, cuando leo que algunos personajes no se han querido dar por enterados aún de lo que se cuece a día de hoy en el negocio musical. Tras la negativa de Radiohead a acudir al festival de Glastonbury, la organización se decidió a contratar a Jay-Z para cubrir el hueco. Bueno, un artista multiplatino con cinco Grammys en el bolsillo y fama internacional parece una buena opción para ser cabeza de cartel en uno de los festivales más prestigiosos de Europa, ¿verdad? Pues para Noel Gallagher, líder de Oasis, la presencia de Hova en el evento no era de recibo porque "Glastonbury siempre ha tenido tradición de formaciones de guitarras", y el hip-hop parece ser que no merece estar dentro de tan selecta categoría.

Dejando de lado el hecho de que los hermanos Gallagher siempre me han parecido un par de gilipollas petulantes, que se han ganado una inmerecida fama por su actitud enfanterribilesca y una sorprendente capacidad para hacer temas chicle plagiando sin pudor composiciones de los Beatles, esas declaraciones parecen más atribuibles -aparte de por su notable parecido facial- al Gañán de La Hora Chanante que a un músico de tantísimo renombre; sólo un ególatra como Noel Gallagher puede llevar más de una década viviendo en su burbuja de glamour trasnochado y brindar a la prensa perlas como ésa. ¿Glastonbury tiene tradición de guitarras y por eso el rap está vetado? Supongo entonces que el unicejo frontman desconoce a una banda como The Roots, que llevan haciendo desde hace más de quince años RAP CON INSTRUMENTOS; debo entender entonces, centrándonos en la figura de Jay-Z, que Noel no se enteró en su día del experimento multiventas -flojo por otra parte- llamado "Collision Course" que el rapper se marcó con Linkin Park y que, por ende, la figura de Jigga no le es desconocida, ni mucho menos, al público nativo del pop-rock; que me explique, en definitiva, cómo no se ha enterado de que el rap es un género musical tan válido como cualquier otro; tan masivo, fronterizo y hermanado con el rock que rappers como Cypress Hill, Salt 'N Pepa, Beastie Boys, Public Enemy o Ice-T han tocado en festivales multitidinarios como Woodstock, Lollapalooza o el Warped Tour (todos ellos eminentemente guitarreros), para deleite de públicos masivos, sin desmerecer nada ni a nadie.

Este tipo de garrulismo musical no me sorprende para nada, y menos viniendo de unos tipos que se pasaron los noventa inmersos en polémicas prefabricadas (¿alguien recuerda aquello de "Oasis vs Blur" y lo ridículo que resultaba comparado con una escena de músicos de verdadero talento, como los Beatles y los Rolling Stones?) por revistas de música como el NME y demás panfletos destinados a mantener el estatus del Reino Unido como epicentro del hype. Una vez tocaron techo,el canto de cisne de Oasis ha sido acabar sirviendo de banda sonora ideal para emisoras retro rollo Kiss FM, y salir en portadas de los tabloids porque alguno de los Gallagher se ha casado. Pero a nivel musical, lo mismito de siempre. Evolucionad, coño, que hasta los heavies descubrieron en su día que con sintetizadores también se podía hacer música.

De todos modos, lo más bonito del beef ha sido enterarme, revisando las noticias, de cómo se zanjó la polémica este pasado fin de semana en Glastonbury: está recién acabada la actuación de Amy Winehouse y la multitud aguarda expectante a que Jay-Z tome el relevo. Frente a decenas de miles de personas se proyecta un vídeo con las infames declaraciones de Noel Gallagher; y entonces aparece en escena el negrata más conocido de los Marcy Projects, con la clase barriobajera que lo caracteriza y armado con una guitarra; y se pone, más chulo que un ocho, a cantarse en plan cachondeo el "Wonderwall" de Oasis, provocando la histeria de las masas, que lo jalean como la ocasión se merece.



Atención al riff que suena cuando canta "99 Problems"...
espera... un momento... ¿eso es AC/DC?
Pero... pero... pero ¿Jay-Z no era rapero?
Noel, ¿no tienes dilemas morales?

Supongo que a Gallagher le hubiera hecho más gracia una patada en los cojones, pero sinceramente... ¡jódete, capullo! Esta actuación de Hova pasará a los anales de la historia del festival de Glastonbury; y como dudo que en la situación inversa hubieses podido rapearte ni una puta estrofa de "99 Problems", te está bien merecido por boquerón, por carca y por endiosado. Brooklyn's Finest 1 - Cabezón de Manchester 0.

Guerra
iTunes: "Can't Knock the Hustle", Jay-Z